El mariscal francés Víctor desde la costa puertorrealeña de enfrente, cercana del Trocadero y desde donde continuó poco después el también mariscal Soult con los bombardeos a la ciudad sitiada. Allí estaban destinados un centenar y medio de hombres, entre artilleros, infantes y milicia, capitaneados por el comandante José Macías y García de Santaella. Del total de la guarnición cien eran los voluntarios formados por los lechuguinos de extramuros.
Curro del Valle y José Luis Pancreoli eran dos los lechuguinos voluntarios que estaban de guardia aquella anecdótica noche de verano en el fuerte del Puntal. Cuando les tocó el turno de la media noche, metidos ya en la madrugada, salieron fusiles al hombro a recorrer la playa contigua para vigilar esa parte de la Bahía y dar la voz de alarma por si los franceses intentaban algún desembarco. Viniendo ya de vuelta de la ronda de vigilancia, oyeron ruidos en el agua del mar, como si fuera una barca que se acercaba. Entre las sombras de la noche creyeron ver algo y escopetas en mano se colocaron los dos en la orilla y mirando al mar dieron varias veces la voz de alto: - ¡ Alto ! ... ¿ Quién vive ? Nadie respondía y veían algo parecido a una barquilla acercándose más. Volvieron a dar el alto y al no tener respuesta decidieron romper fuego disparando al aire primero y luego sobre el bulto en la sombra de la noche. Cuando la claridad se asomaba distinguieron que había sido una vaca que flotaba el blanco de sus disparos. El pobre animal se había caído de uno de los buques que traían ganado desde Marruecos, para abastecer a Cádiz. José Luis y Curro, los dos voluntarios, dieron enseguida la voz de alarma, aunque rápidamente acudieron otros compañeros de la guardia, que al oír los disparos ya se acercaban junto a ellos. Entre todos arrimaron a la playa la vaca muerta, aparentemente por ahogamiento o por los disparos, para trocearla en cuartos e ir trasladándola para aprovechar su carne en el rancho de la tropa del propio fuerte del Puntal. Con toda la vaca troceada se pusieron ciego de comida, aprovecharon hasta el rabo, los huesos para el puchero, hasta las ubres y el resto lo utilizaron para darles de comer a los perros, hubo guiso de vaca de todas formas y con todas las clases de habíos que ustedes se puedan imaginar,desde aquel día los guardias era una esperanza para ver que animal pescaba que no fuera de agua salada.
ESTOFADO DE VACA
INGREDIENTES :
500 grs de carne de Vaca.
Harina.
Manteca de cerdo.
12 Cebollas pequeñas .
3 tazas de Vino.
2 tazas de Caldo.
Canela en rama.
Especia.
Agua.
Sal.
PREPARACIÓN :
1) Envolver primero en harina los trozos de carne, de la parte interior de la pierna.
2) Ponerlos a dorar, una vez salados, en una cazuela con un fondo de manteca, junto con la docena de cebollas de pequeño tamaño.
3) Añadir el vino y el caldo.
4 ) Colocar todo en una marmita con la canela y un clavo de especia, que irá metido en una de las cebollas, para que no sobresalga el sabor.
5 ) Poner a cocer unas 2 horas, tapado con un papel de estraza.
6 ) Aparte, calentar agua en un cazo, y vigilar que no le falte caldo al estofado, mirando de vez en cuando por si merma mucho, alargarlo con un poco de agua caliente.
Esta receta es la antigua de 1812, la foto no.
el articulo esta muy bueno el estofado no lo se que arte tienes y dicen que no tienes arte
ResponderEliminarel articulo esta mejor que la receta donde saca tu tantos articulos
ResponderEliminaresta receta es muy difici de hacer tanbien hay que recordad que se cocinaba con leña o carbon u abraso
ResponderEliminarde donde ha sacado esta receta v. chirigotero, la veo rara, no se porqué, la verdad que no se me ocurre hacerla, y la historia que nos cuenta es veridica o te la has inventado, pues bien el articulo, animo siempre y adelante, saluditos cordiales para todos en general.
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